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Nuevos tiempos

La falta de tiempo y estrés es nuestra tónica diaria. Lástima que tengan que venir cuarentenas para pegar un parón en seco y valorar la importancia de nuestro día a día. Hemos escuchado la palabra teletrabajo y trabajo online más que nunca. Cuando pensé crear KiBiNi como un modelo de consulta a distancia lo hice para poder ofrecer un servicio de nutrición de confianza a las personas que por su trabajo o lugar de residencia no pueden acudir a un nutricionista con la frecuencia necesaria. Lo diseñé pensando en facilitar el acceso y quitar el menor tiempo posible a mis pacientes. Con Kibini ahorran en desplazamientos, no pierden consultas y toman sus mediciones de composición corporal a la hora más precisa ya que tenemos planes nutricionales que incluyen el envío de una báscula con validación clínica a domicilio. Todo desde una plataforma fácil de usar, donde visualizar la evolución, los menús y la lista de la compra de manera organizada. Muchos llevamos encima dispositi
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¡Carnaval, carnaval!

Hoy es martes de  carnaval, pero algunos de los alimentos de nuestra gran cabalgata van disfrazados todo el año, sobre todo los que asisten a las fiestas infantiles. Sus trajes se confeccionan a medida con los colores más vistosos y portan las pancartas más llamativas, ¡que nadie se pierda el desfile! A la hora del desayuno comienzan a salir las comparsas. Cajas de cereales vestidos de gallos, tigres, ranas, conejos, leones, astronautas, monos, unicornios, abejas, caras sonrientes y perros chocolateados encabezan orgullosos el desfile, con su aporte de fibra y minerales mientras derrochan confeti de sal y azúcar refinado a la vista de todos los presentes. Le sigue la comparsa de galletas, de la cual no se divisan sus disfraces, solo el azúcar y sal que lanzan tras la nube de harina, como en Los Indianos de Santa Cruz. Cierra la cola un despistado bote de azúcar blanco disfrazado de negrito del África tropical, junto a un prestigioso yogur con muy “buenas defensas” cuyo disfraz,

OPERACIÓN KIBINI

En un país de lo que llamamos primer mundo, una persona media ingiere al año más de una tonelada entre comida y bebida. De esta cantidad una parte es retornada en forma de deshecho, pero la mayoría de esta desorbitada cantidad pasa a ser parte de nuestra propia estructura. Hay dos opciones: que el material del que estamos formados provenga de sustancias beneficiosas para nuestra salud o provenga de sustancias que pasen a ser venenos que se van acumulando en nuestro organismo como los desperdicios de un basurero. Con esta ilustración de José Enrique Campillo (1) podemos entender mejor el famoso “somos lo que comemos”. Consideraremos la Operación Bikini como el villano de esta historia. En contraposición presentamos la Operación KiBiNi . Como es habitual el villano se presenta como falso héroe. Te enseña los atajos, las pautas y métodos que tan solo haciendo a última hora funcionan casi milagrosamente para conseguir esa figura perfecta y objetivo deseado, aunque el fin justifique